Conversaciones sobre Turismo. Presente y pasado reciente. ¿Qué quiere el turista? ¿Es compatible con nuestro sistema?

Conversaciones sobre Turismo. Presente y pasado reciente. ¿Qué quiere el turista? ¿Es compatible con nuestro sistema?


Hace muy poco tuve una conversación muy interesante con un cocinero. Me hablaba del daño que está haciendo al sector la oferta de plataformas colaborativas por ejemplo cuando ofrecen “Ven a comer a casa y hacemos una paella”, me comentaba que a nivel de higiene no hay seguridad ni control, creo que tiene razón, me comentaba que no pagan los asfixiantes impuestos que el sector tiene que soportar, y creo que tiene razón, me comentaba las fuertes inversiones que un restaurante tiene que hacer para actualizar sus cocinas y salas y poder cumplir con la normativa, y creo que tiene razón…. Pero, acaso como turista no es interesante comprar una experiencia así?

De ahí pasamos a comentar el polémico tema que hace poco llenaba telediarios y prensa en España respecto a Taxistas, empresas con licencia VTC, Uber- Cabify, en el que encontramos también a veces un beneficio importante para usuario/turista utilizando plataformas como Uber o contratando los servicios de VTC, a mí personalmente me gusta más que usar según que taxi que te da la traca, que visten inapropiadamente o que no lleven acondicionados sus vehículos, no se puede generalizar, pero a mí en muchas ocasiones me ha pasado. También entramos en conflicto con impuestos, derechos adquiridos de tiempos ancestrales y un largo etcétera…
De ahí pasamos a las visitas guiadas. Nuestro país ha tenido y tiene muchas restricciones en dar carné de guía y para ello tenías que hacer un examen en el que tenías que estudiar un montón. Daban x carnés y ya!  y en muchas ocasiones los que lo conseguían, sigo sin generalizar, (además tengo muchos amigos en el sector que son guías espectaculares!) tenían buena memoria seguro, conocimientos seguro, pero acaso hay algo que nos clasifique a la hora de ser amenos y tener inteligencia emocional? Es cierto que pagan sus impuestos y que se conocen las historia al dedillo, pero… acaso no has tenido alguna vez en alguna visita guiada un guía que ha pasado su examen pero que es un muermo y que con su tono de voz hace que no te interese para nada el recurso turístico que estás visitando?… Es más, después de una experiencia así seguro que te has ido de cabeza a leerte tú mismo/a el lonely planet … Gracias a Dios hay excelentes profesionales en fin, quizás no sea ni políticamente correcto el asistir a visitas guiadas que dependen de propina final, yo cada vez lo hago más. No soy millenial, ya me gustaría (lo digo por la edad, no por la filosofía) pero antes de hacer alguna actividad  busco opiniones en plataformas, comento con otras personas y navego mucho por Internet. Todas las visitas guiadas que he hecho de forma “cooperativa” me han encantado, una vez hasta me tocó un guía que luego lo vi de actor por la tele, muy bueno, muy ameno y que nos ofreció una experiencia única para conocer un país. ¿Acaso no busca eso el turista?

Sigo con el cocinero. En nuestra conversación no entramos en el tema aribnb- alquileres turísticos que sin duda ha hecho entre otras cosas que  haya cambiado el rumbo de las ciudades en cuanto a ocupación poblacional, esta vez nos quedamos aquí.  Quizás también porque estábamos acabando de comer.  Aportamos alguna pequeña reflexión, sin llegar a conclusiones y quizás haciendo alguna predicción quizás catastrofista, quizás muy diferente a lo que estamos acostumbrados en el mundo del turismo. Lo que sí está claro es que estas tendencias acaban de empezar, iremos viendo cómo evoluciona todo. Al fin y al cabo el mundo del turismo es así impacta tanto de forma negativa como positiva, yo prefiero pensar que siempre hay mucho de positivo e intentando que se utilicen fórmulas justas tanto para el que da el servicio, como para el que lo recibe.

Esta es la Industria de la felicidad, amigo/a, iremos viendo 😉

Comentarios